INTRODUCCIÓN

miércoles, 2 de mayo de 2012
 La familia es el seno espiritual donde se fomentan las creencias y las costumbres.
 
INTRODUCCIÓN 

        Nacemos en una familia de la cual aprendemos las primeras actitudes y habilidades para vivir. La familia nos da protección, apoyo, afecto y confianza, nos fomenta el respeto, tolerancia, la igualdad, y la libertad, es decir los valores deseables en la formación de los niños y niñas, y solo se fincan cuando existe una buena relación entre los padres.

        Un comportamiento deliberado por algún miembro de la familia conlleva a daños físicos o psicológicos a otro miembro, dando como origen la violencia intrafamiliar. Se aprende a ser violento por la propia educación, la vivencia individual, por las creencias y costumbres de la familia y la sociedad.

         Aunque cualquiera puede ser agresor o agredido en la familia, la violencia perpetrada por los hombres contra mujeres es la causa mayor de miedo, estrés, lesiones, enfermedades y muerte de las víctimas, con efectos secundarios en las familias y la comunidad.

        Hasta hace poco, la violencia en el hogar se consideraba un asunto privado. Hoy es considerado problema de salud pública y de derechos humanos.

         La violencia domestica afecta a los hijos, pues aprenden e interiorizan una conducta que llega a convertir a los varones en futuros maltratadores o a las mujeres en victimas sumisas de su pareja.